miércoles, 5 de junio de 2013

Preguntas



<<Valora las cosas que hacen hoy los demás por ti; porque en el futuro pueden no volver a hacerlo y tú ya no podrás valorarlo>>


-Ah... Hola... -se formó un silencio incómodo -Bueno, ¿y qué quieres?
-Esto... quería decirte... Lo de esta mañana, lo siento; pero es que le
dije a mi padre que tú eras mi nuevo amigo porque me estaba dando mucho la vara...
-Ah, bueno, no pasa nada. Tranquila. Tú eres nueva por aquí, ¿verdad? -le preguntó por decir algo.
-Sí... Por eso.
-Am... ¿Y conoces ya a alguien?
-No, por eso...
-Am... Bueno, oye, que tengo que dejarte. -empezaba a incomodarle- Adiós.
-Adiós... -el chico colgó enseguida.

Daniel se quedó mirando la pantalla de su móvil. No sabía si guardar su número o no. Al final decidió que no, no pensaba que volviera a ver a aquella muchacha.
Cogió algo de dinero de su hucha (aquella cajilla tan solitaria que raramente veía un billete de veinte euros y bajó la escaleras.
-Me voy, mamá. -Avisó desde la puerta antes de irse.
Se dirigió hasta la panadería de la esquina. Tenía hambre porque no había comido apenas nada. Le daba asco aquella comida precocinada que le había puesto su madre. Se compró un bocata de algo más de media barra y volvió a salir. Al regresar a su casa. se encontró a Eliot.
-Hola, Dani. ¿Qué haces?
-Comer.
-¿Y eso?
-No he comido nada en mi casa -el chico lo miró con cara de preocupación y él bufó -Estoy comiendo, ¿ves?
-Ya... Pero estarás comiendo bien, ¿verdad?
-Eliot sabes que hace años que como perfectamente. No tienes que preocuparte más por mí.
Dani siempre se cabreaba cuando le hablaban de aquél tema.
Daniel se apoyó en la pared de las casas de enfrente a la suya. Su primo Borja salió de la casa, lo miró y sonrió.
-Hola, Borja -lo saludó Eliot.
-Hola, Eliot.
Dani empezó a devorar su bocata.
-Um... Está muy rico. ¿Quieres probarlo?
-Venga, vale, pero sólo un poco.
Daniel cortó un trozo y se lo dio.
-Sería mejor que quites el plato de la mesa para que no se note que te lo has dejado, si no tu madre va a preocuparse. -observó Borja.
-Um... Es verdad.
Cuando volvió a salir, lo siguió de cerca su padre, que sonrió al verlo.
-¿Qué? No te gusta mucho la comida precocinada de tu madre, ¿verdad?
-No, no mucho.
-Está asquerosa. Tu madre ha salido tarde del trabajo y no ha podido hacer otra cosa.
-Lo sé.
-Pero la próxima vez tienes que comértela, que vale su dinero.
-Y esto también -señaló él mirando su bocata. Lucas Rafael sólo sonrió.
El pequeño Lucas Martín se asomó a la puerta a ver qué hacían su primo y su padre asomados allí. En cuanto vio a Eliot, salió corriendo hacia él y lo abrazó. Daniel hizo una mueca mientras Eliot se reía.
-¿Qué pasa, Martín? Estas tú hay contento, ¿eh?
Él sonrió.
-Bueno sí, ¿y tú, cómo te va, Eliot? ¿Con novia ya? -sonrió pícaro.
Eliot chascó la lengua.
-Que va. Es que las chicas de por aquí no se dan cuenta de lo bueno que soy -bromeó.
El niño sonrió. En cuanto Dani le dijo a su amigo de ir a dar una vuelta, Lucas Martín quiso acoplarse.
-No, Lucas. Tú quédate aquí. -dijo su hermano- Y si no tienes nada que hacer ayuda a mamá.
Para todos era el principio un lío tanto cambio entre "Martín "y "Lucas" al principio de conocer a la familia.


Justin estaba andando tranquilamente por la calle con las manos en los bolsillos, quería ir a la casa de alguno de sus amigos a distraerse, se aburría. Notó una presencia detrás de sí y miró por el rabillo del ojo. Vio a Peter acercándosele. Un nudo se formó en la garganta e intentó hacer como si no lo hubiera visto y tuviera prisa, no tenía ganas de meterse en líos y, con ese chico, nunca se sabía. Pero se había vuelto lo suficiente como para que Peter lo notara.
-Espera. -lo llamó él, su tono no parecía amenazador; pero Justin no se fiaba demasiado. Se quedó quieto y esperó- Hola, Justin.
-Hola.
-Tranquilo, no pasa nada. -le aseguró al ver que estaba nervioso- Es sólo que quería comentarte...
-Peter, deja a Justin en paz. -se oyó la voz de Eliot, que estaba en la acera de enfrente con Daniel.
El segundo chico asintió y miró a Justin amenazador. Era verdad que Peter si quería podría ganarles en una pelea cuerpo a cuerpo y tenía más colegas que lo ayudaran y a los que no les importaba meterse en líos; pero eso a ellos no los condicionaba, aunque fueran solos, siempre les defendían.
-Vale, vale, chicos... No seáis así, que tampoco le estaba haciendo nada.
-No pasa nada, chicos... -les dijo el afligido con un hilillo de voz que le salió.
-Bueno, ale. Adiós.
Peter se fue por donde había venido y los chicos se acercaron a Justin, sonrieron, le saludaron con unas palmaditas en la espalda y lo invitaron a caminar con ellos. Pensaban pasar cerca de las casas de las chicas, a ver si las veían. ¿Qué querría Peter...? pensaba Justin.

Más tarde, una chica se les acercó corriendo con una sonrisa. Ainoa abrazó a Justin y le sonrió.
-Hola, Justin.
Le devolvió la sonrisa.
-Hola, Ainoa.
La chica se volvió a los otros dos muchachos.
-Hola, chicos. -se saludaron sonriendo con un saludo de manos.
Estrella llegó después de su amiga. Sonreía risueña, como siempre.
-Anda que me esperas. -se quejó. Ella le sonrió.
-Es que tenia ganas de ver a los chicos. -Se escusó.
-Ya, y yo.
Justin revolvió el pelo cariñosamente a Estrella.
-Hola, Estrella. -le saludó.
-Buenas, Justin. Hola, chicos. -
Ellos le tendieron las manos y ella se las chocó.
Justin se puso entre las dos chicas y les pasó los brazos por encima de los hombros.
-Bueno,chicas, ¿y qué os contáis?
-Oye, ¿estás muy contento tú hoy, no? -todos sabían que Justin era cariñoso y hablaba más cuando estaba contento. Él se encogió de hombros y sonrió.
-¿Qué cotilleos me traéis? -volvió a preguntar. Ellos se rieron- ¿Qué? Es bueno saber cosas de la gente que te rodea, no vaya a ser que de repente te salgan con algo raro que tú no te esperes; así sabes mejor cómo tratarles. -se inventó su escusa. Ellos sonrieron- ¿Qué? Si es verdad...
-Que si, que si, que no inventes. -le dijo Eliot. Él sonrió.
-Pues no. -le dijo Ainoa- La verdad es que no hay nada.
-¿Y a tu hermano Robin? ¿Cómo le va? -se interesó.


En otra ciudad de ese mismo país, un chico suspiró mirando la foto de un muchacho moreno, alto y de tez clara que sonreía.


6 comentarios:

  1. hola María del Mar, me parece muy interesante este relato, y me gusta. Un saludo y mucha suerte.

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    1. Elena y yo nos alegramos mucho de que te haya gustado y te damos las gracias de corazón por comentar =). Suerte a ti también con tu blog ;)

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    2. Vaya! ¿y tú dices que yo escribo bien? Es genial. !Me encantó leerte!

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    3. =) Muchas gracias. Nos alagas mucho a Elena y a mí ;D

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  2. !vale! Y ahora ¿quién es ese chico y que quería Peter y por qué Justin le tiene tanto miedo? ¿Cuando el capítulo de RESPUESTAS? !Ala a esperar otra semana

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    1. Bueno... Pues creo que vas a tener que esperarte hasta la semana que viene jaja ;P. Y lo de Justin... no es exactamente que le tenga miedo... bueno, sí... es... difícil de explicar. Ya lo iremos viendo en los capítulos siguientes ;) Jaja creo que capítulo "respuestas" no; pero respuestas sí que habrá. (opinión Maria del Mar)

      ¡¡Hasta la semana que viene!! ... =D (opinión Elena)

      Nos alegramos de que te guste

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