<<Valora las cosas que hacen hoy los demás por ti; porque en el futuro pueden no volver a hacerlo y tú ya no podrás valorarlo>>
-Ah...
Hola... -se formó un silencio incómodo -Bueno, ¿y qué quieres?
-Esto...
quería decirte... Lo de esta mañana, lo siento; pero es que le
dije
a mi padre que tú eras mi nuevo amigo porque me estaba dando mucho
la vara...
-Ah,
bueno, no pasa nada. Tranquila. Tú eres nueva por aquí, ¿verdad?
-le preguntó por decir algo.
-Sí...
Por eso.
-Am...
¿Y conoces ya a alguien?
-No,
por eso...
-Am...
Bueno, oye, que tengo que dejarte. -empezaba a incomodarle- Adiós.
-Adiós...
-el chico colgó enseguida.
Daniel
se quedó mirando la pantalla de su móvil. No sabía si guardar su
número o no. Al final decidió que no, no pensaba que volviera a ver
a aquella muchacha.
Cogió
algo de dinero de su hucha (aquella cajilla tan solitaria que
raramente veía un billete de veinte euros y bajó la escaleras.
-Me
voy, mamá. -Avisó desde la puerta antes de irse.
Se
dirigió hasta la panadería de la esquina. Tenía hambre porque no
había comido apenas nada. Le daba asco aquella comida precocinada
que le había puesto su madre. Se compró un bocata de algo más de
media barra y volvió a salir. Al regresar a su casa. se encontró a
Eliot.
-Hola,
Dani. ¿Qué haces?
-Comer.
-¿Y
eso?
-No
he comido nada en mi casa -el chico lo miró con cara de preocupación
y él bufó -Estoy comiendo, ¿ves?
-Ya...
Pero estarás comiendo bien, ¿verdad?
-Eliot
sabes que hace años que como perfectamente. No tienes que
preocuparte más por mí.
Dani
siempre se cabreaba cuando le hablaban de aquél tema.
Daniel
se apoyó en la pared de las casas de enfrente a la suya. Su primo
Borja salió de la casa, lo miró y sonrió.
-Hola,
Borja -lo saludó Eliot.
-Hola,
Eliot.
Dani
empezó a devorar su bocata.
-Um...
Está muy rico. ¿Quieres probarlo?
-Venga,
vale, pero sólo un poco.
Daniel
cortó un trozo y se lo dio.
-Sería
mejor que quites el plato de la mesa para que no se note que te lo
has dejado, si no tu madre va a preocuparse. -observó Borja.
-Um...
Es verdad.
Cuando
volvió a salir, lo siguió de cerca su padre, que sonrió al verlo.
-¿Qué?
No te gusta mucho la comida precocinada de tu madre, ¿verdad?
-No,
no mucho.
-Está
asquerosa. Tu madre ha salido tarde del trabajo y no ha podido hacer
otra cosa.
-Lo
sé.
-Pero
la próxima vez tienes que comértela, que vale su dinero.
-Y
esto también -señaló él mirando su bocata. Lucas Rafael sólo
sonrió.
El
pequeño Lucas Martín se asomó a la puerta a ver qué hacían su
primo y su padre asomados allí. En cuanto vio a Eliot, salió
corriendo hacia él y lo abrazó. Daniel hizo una mueca mientras
Eliot se reía.
-¿Qué
pasa, Martín? Estas tú hay contento, ¿eh?
Él
sonrió.
-Bueno
sí, ¿y tú, cómo te va, Eliot? ¿Con novia ya? -sonrió pícaro.
Eliot
chascó la lengua.
-Que
va. Es que las chicas de por aquí no se dan cuenta de lo bueno que
soy -bromeó.
El
niño sonrió. En cuanto Dani le dijo a su amigo de ir a dar una
vuelta, Lucas Martín quiso acoplarse.
-No,
Lucas. Tú quédate aquí. -dijo su hermano- Y si no tienes nada que
hacer ayuda a mamá.
Para
todos era el principio un lío tanto cambio entre "Martín "y
"Lucas" al principio de conocer a la familia.
Justin
estaba andando tranquilamente por la calle con las manos en los
bolsillos, quería ir a la casa de alguno de sus amigos a distraerse,
se aburría. Notó una presencia detrás de sí y miró por el
rabillo del ojo. Vio a Peter acercándosele. Un nudo se formó en la
garganta e intentó hacer como si no lo hubiera visto y tuviera
prisa, no tenía ganas de meterse en líos y, con ese chico, nunca se
sabía. Pero se había vuelto lo suficiente como para que Peter lo
notara.
-Espera.
-lo llamó él, su tono no parecía amenazador; pero Justin no se
fiaba demasiado. Se quedó quieto y esperó- Hola, Justin.
-Hola.
-Tranquilo,
no pasa nada. -le aseguró al ver que estaba nervioso- Es sólo que
quería comentarte...
-Peter,
deja a Justin en paz. -se oyó la voz de Eliot, que estaba en la
acera de enfrente con Daniel.
El
segundo chico asintió y miró a Justin amenazador. Era verdad que
Peter si quería podría ganarles en una pelea cuerpo a cuerpo y
tenía más colegas que lo ayudaran y a los que no les importaba
meterse en líos; pero eso a ellos no los condicionaba, aunque fueran
solos, siempre les defendían.
-Vale,
vale, chicos... No seáis así, que tampoco le estaba haciendo nada.
-No
pasa nada, chicos... -les dijo el afligido con un hilillo de voz que
le salió.
-Bueno,
ale. Adiós.
Peter
se fue por donde había venido y los chicos se acercaron a Justin,
sonrieron, le saludaron con unas palmaditas en la espalda y lo
invitaron a caminar con ellos. Pensaban pasar cerca de las casas de
las chicas, a ver si las veían. ¿Qué querría Peter...? pensaba
Justin.
Más tarde, una chica se les
acercó corriendo con una
sonrisa. Ainoa abrazó a Justin y le sonrió.
-Hola,
Justin.
Le
devolvió la sonrisa.
-Hola,
Ainoa.
La
chica se volvió a los otros dos muchachos.
-Hola,
chicos. -se saludaron sonriendo con un saludo de manos.
Estrella
llegó después de su amiga. Sonreía risueña, como siempre.
-Anda
que me esperas. -se quejó. Ella le sonrió.
-Es
que tenia ganas de ver a los chicos. -Se escusó.
-Ya,
y yo.
Justin
revolvió el pelo cariñosamente a Estrella.
-Hola,
Estrella. -le saludó.
-Buenas,
Justin. Hola, chicos. -
Ellos
le tendieron las manos y ella se las chocó.
Justin
se puso entre las dos chicas y les pasó los brazos por encima de los
hombros.
-Bueno,chicas,
¿y qué os contáis?
-Oye,
¿estás muy contento tú hoy, no? -todos sabían que Justin era
cariñoso y hablaba más cuando estaba contento. Él se encogió de
hombros y sonrió.
-¿Qué
cotilleos me traéis? -volvió a preguntar. Ellos se rieron- ¿Qué?
Es bueno saber cosas de la gente que te rodea, no vaya a ser que de
repente te salgan con algo raro que tú no te esperes; así sabes
mejor cómo tratarles. -se inventó su escusa. Ellos sonrieron- ¿Qué?
Si es verdad...
-Que
si, que si, que no inventes. -le dijo Eliot. Él sonrió.
-Pues
no. -le dijo Ainoa- La verdad es que no hay nada.
-¿Y
a tu hermano Robin? ¿Cómo le va? -se interesó.
En
otra ciudad de ese mismo país, un chico suspiró mirando la foto de
un muchacho moreno, alto y de tez clara que sonreía.
hola María del Mar, me parece muy interesante este relato, y me gusta. Un saludo y mucha suerte.
ResponderEliminarElena y yo nos alegramos mucho de que te haya gustado y te damos las gracias de corazón por comentar =). Suerte a ti también con tu blog ;)
EliminarVaya! ¿y tú dices que yo escribo bien? Es genial. !Me encantó leerte!
Eliminar=) Muchas gracias. Nos alagas mucho a Elena y a mí ;D
Eliminar!vale! Y ahora ¿quién es ese chico y que quería Peter y por qué Justin le tiene tanto miedo? ¿Cuando el capítulo de RESPUESTAS? !Ala a esperar otra semana
ResponderEliminarBueno... Pues creo que vas a tener que esperarte hasta la semana que viene jaja ;P. Y lo de Justin... no es exactamente que le tenga miedo... bueno, sí... es... difícil de explicar. Ya lo iremos viendo en los capítulos siguientes ;) Jaja creo que capítulo "respuestas" no; pero respuestas sí que habrá. (opinión Maria del Mar)
Eliminar¡¡Hasta la semana que viene!! ... =D (opinión Elena)
Nos alegramos de que te guste